FeLiCiDaD!

Es lo que siento cuando mis hijos me sorprenden a diario con nuevas ocurrencias, actitudes y preguntas.
Van al jardín desde los 2 meses por motivos laborales, pero desde que empiezan a conocer lloran al quedarse, Ati bebé no tanto, pero Chimo!!!, ay Dios, me tengo que ir entre gritos, llantos, pataleos.
Cuando ya se acostumbra y no llora, tocan las vacaciones, ya sea las de invierno o las de verano, y al retornar, comenzamos con la misma historia.
Hoy mi hijo se bajó de la camioneta sin llorar, le dió un beso a su papá, casó la mochila con todos sus power ranger, la bolsita con sus facturas y tortillas, y me dice: mamá alce, para tocar el timbre.
La seño sorprendida me saluda, el se despide... y! gracias a Dios, un día que comienza diferente.